La misión, llamada Telescopio estratosférico astrofísico para observaciones de alta resolución espectral en longitudes de onda submilimétricas (ASTHROS, por sus siglas en inglés), utilizará un espejo primario (la principal herramienta de recolección de luz de este telescopio) que alcanza un empate como el espejo más grande que haya volado en un globo de gran altitud. La construcción del espejo con un diámetro de 2,5 metros (8,2 pies) terminó este mes. Diseñarlo y construirlo resultó un desafío debido a dos exigencias clave: el espejo y su estructura de soporte deben ser excepcionalmente ligeros para viajar en globo, pero lo suficientemente fuertes como para evitar que la atracción de la gravedad de la Tierra deforme su forma parabólica casi perfecta en más de 2,5 micrómetros (0,0001 pulgadas), o el equivalente a una fracción del ancho de un cabello humano.
Gestionado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California, ASTHROS tiene su lanzamiento programado para no antes de diciembre de 2023, y dará vueltas alrededor del Polo Sur durante un máximo de cuatro semanas. El Programa de Globos Científicos de la NASA, operado por la Instalación de Vuelo Wallops de la agencia en Virginia, lanza de 10 a 15 misiones de globos cada año. Estas misiones suelen costar menos que las misiones espaciales, tardan menos tiempo en pasar de los comienzos de la planificación a su despliegue y emplean nuevas tecnologías que pueden utilizarse en futuras misiones espaciales.
Desde lo alto de la estratosfera, ASTHROS observará longitudes de ondas de luz que son bloqueadas por la atmósfera de la Tierra, en un rango llamado infrarrojo lejano. Su gran espejo mejorará la capacidad del telescopio para observar fuentes de luz más tenues y resolver los detalles más pequeños de esas fuentes.
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Esas capacidades son esenciales para el enfoque de la misión en el estudio de la retroalimentación estelar, que es el proceso por el cual las nubes de gas y polvo —los ingredientes en la composición de las estrellas— se dispersan en las galaxias, a veces hasta el punto de que la formación estelar se detiene por completo. Muchos procesos contribuyen a esta retroalimentación, incluyendo erupciones de estrellas vivas y la muerte explosiva de estrellas masivas como las supernovas. ASTHROS examinará varias regiones de formación estelar en nuestra galaxia donde tienen lugar estos procesos, creando mapas en 3D de alta resolución de la distribución y el movimiento de los gases. Esta misión también examinará galaxias distantes que contienen millones de estrellas para observar cómo se desarrolla la retroalimentación a gran escala y en diferentes entornos.
“Es difícil explorar la retroalimentación desde el lugar donde se origina, a la escala de estrellas individuales, hasta donde tiene un efecto, en la escala de las galaxias”, dijo Jorge Pineda, investigador principal de ASTHROS en JPL. “Con un espejo grande podemos conectar esos dos aspectos”.
Fuente: https://www.nasa.gov/