El gobierno de Canadá, en una decisión sin precedentes, ha anunciado la suspensión de todas las exportaciones de armas hacia Israel. Esta medida responde a la aprobación de una moción no vinculante en el Parlamento canadiense, que insta al cese de dichas exportaciones en el contexto de la ofensiva israelí en la franja de Gaza. La Ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, confirmó esta decisión, calificándola como una «realidad» en declaraciones al Toronto Star.
La moción, impulsada por el Nuevo Partido Democrático y aprobada con un amplio margen de 204 votos a favor frente a 117 en contra, también exige un alto al fuego inmediato en Gaza, la desmilitarización de Hamas y la liberación de todos los rehenes retenidos por el grupo islamista. Este movimiento legislativo recibió el apoyo del Primer Ministro Justin Trudeau, aunque sufrió modificaciones durante su debate, como la eliminación de demandas para el reconocimiento del Estado palestino por Canadá y la imposición de sanciones a políticos israelíes acusados de incitar al genocidio.
En respuesta, el Ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, expresó su descontento a través de la red social X, calificando la medida de «lamentable» y argumentando que socava el derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hamas, a quien acusó de cometer crímenes contra la humanidad y contra civiles israelíes inocentes.
Este giro en la política exterior de Canadá respecto a Israel marca un momento crítico en las relaciones bilaterales entre ambos países, poniendo de manifiesto las crecientes preocupaciones internacionales sobre el conflicto en Gaza y el papel de las ventas de armas en la escalada de la violencia.