En una jornada electoral clave, el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump se alzaron con la victoria en las primarias de Michigan este martes, allanando el camino para lo que se perfila como una casi inevitable revancha en las próximas elecciones presidenciales. Biden superó al representante de Minnesota Dean Phillips, su principal competidor en las primarias demócratas, mientras que el partido mantiene la mirada atenta sobre el «voto no comprometido» en Michigan, un estado que ha mostrado signos de descontento dentro de la coalición que llevó a Biden a la victoria tanto a nivel estatal como nacional en 2020.
Este grupo de votantes no comprometidos ha visto aumentar su número, superando ya el margen de 10 mil votos con el que Trump se llevó Michigan en 2016. Por otro lado, Trump continuó su racha victoriosa en las primarias republicanas, superando a su última gran rival, la exembajadora de la ONU Nikki Haley, tras vencerla por un amplio margen de 20 puntos porcentuales en Carolina del Sur, el estado natal de Haley, el pasado sábado.
Con su mirada puesta en asegurar los 1,215 delegados necesarios para la nominación republicana, la campaña de Trump espera alcanzar este objetivo a mediados de marzo. Cabe recordar que Trump ganó Michigan por un estrecho margen de solo 11,000 votos en 2016 contra la demócrata Hillary Clinton, para luego perder el estado por casi 154,000 votos frente a Biden en 2020.
Los organizadores detrás del esfuerzo «no comprometido» buscaban demostrar su influencia alcanzando al menos el número de votos que representó el margen de victoria de Trump en 2016. Este objetivo fue logrado poco después de que las primeras encuestas en Michigan cerraran a las 8 p.m., marcando un momento significativo en el actual ciclo electoral y subrayando la competitividad del estado en el panorama político nacional.