Un estudio reciente, publicado en el Journal of Geophysical Research: Planets, revela que Marte, hace 3,600 millones de años, albergaba ríos y un enorme lago, similar en extensión al mar Mediterráneo, que se formaban bajo gruesas capas de hielo. Este hallazgo sugiere que el agua fluía en la superficie marciana sin necesidad de un calentamiento climático significativo.
La investigación, dirigida por Peter Buhler del Planetary Science Institute, detalla cómo el dióxido de carbono en la atmósfera de Marte se congeló y se acumuló sobre el hielo polar, aumentando la presión y permitiendo que el agua se derritiera y fluyera. Este proceso, resultado de la presión acumulada, fue suficiente para liberar alrededor de la mitad del agua marciana sin necesidad de cambios climáticos drásticos.
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Buhler había trabajado previamente en modelos que analizan el ciclo del dióxido de carbono en Marte en la actualidad. En esta investigación, amplió su modelo para estudiar cómo el CO2 interactuaba con el regolito –la capa de arena y rocas– hace millones de años, explicando así los orígenes de grandes lagos, valles y estructuras conocidas como eskers, formadas por ríos que fluían bajo el hielo.
Según el estudio, el regolito de Marte tiene un papel clave en el ciclo del CO2. El modelo muestra que la atmósfera de Marte actúa como conducto, facilitando el intercambio de dióxido de carbono entre el regolito y las capas de hielo en los polos. Estos hallazgos permiten entender cómo Marte preservó agua líquida en el pasado, y confirman que procesos actuales de interacción entre el regolito y el hielo siguen activos hoy en día.