Epic Games, la compañía detrás del popular juego Fortnite, ha vuelto a encender la mecha de la polémica en el mundo de la tecnología. En una nueva demanda presentada ante un tribunal federal de Estados Unidos, acusa a Google y Samsung de conspirar para mantener un monopolio en la distribución de aplicaciones en dispositivos Android.
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Según Epic Games, ambas empresas han implementado medidas para dificultar la instalación de tiendas de aplicaciones alternativas, como la Epic Games Store, en dispositivos Samsung. Específicamente, señalan la función «Auto Blocker» de Samsung, que bloquea automáticamente la instalación de aplicaciones de fuentes no oficiales.
Epic argumenta que esta acción coordinada entre Google y Samsung viola las leyes antimonopolio y limita las opciones de los consumidores. Al restringir la competencia, se impide que los usuarios tengan acceso a precios más bajos y una mayor variedad de aplicaciones.