Rocket Lab, una empresa emergente en la industria aeroespacial, ha logrado un notable ascenso en el competitivo mundo de los lanzamientos espaciales comerciales gracias a su cohete Electron. Desde su fundación en 2006 por el ingeniero neozelandés Peter Beck, Rocket Lab se ha enfocado en ofrecer soluciones innovadoras y eficientes para el lanzamiento de pequeños satélites al espacio.
El cohete Electron, diseñado para lanzar cargas útiles de hasta 300 kg a la órbita terrestre baja, ha sido un punto de inflexión en la industria espacial. A diferencia de los cohetes tradicionales, Electron utiliza motores de propulsión de oxígeno líquido y queroseno, lo que le permite ser más liviano y eficiente. Además, Rocket Lab ha implementado tecnologías innovadoras como la impresión 3D de componentes clave, lo que ha reducido significativamente los costos y tiempos de producción.
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Desde su primer lanzamiento exitoso en 2017, Electron ha demostrado ser un vehículo de lanzamiento confiable, con más de 30 misiones exitosas hasta la fecha. Este éxito ha permitido a Rocket Lab convertirse en un jugador clave en el mercado de los lanzamientos de satélites pequeños, ofreciendo servicios a una amplia gama de clientes, desde agencias espaciales gubernamentales hasta empresas privadas de tecnología.