SpaceX se encuentra en una fase avanzada de pruebas para un nuevo motor destinado a su vehículo espacial Starship, el cual es parte fundamental de sus ambiciosos planes de exploración espacial a gran escala. Este nuevo motor, conocido como Raptor, es una versión mejorada de los motores anteriores, diseñado específicamente para alimentar tanto la etapa superior como la inferior de Starship, permitiendo una mayor eficiencia y potencia.
El Raptor utiliza metano y oxígeno líquido como propelentes, una elección estratégica que facilita la posibilidad de reabastecimiento en otros planetas, como Marte, donde SpaceX espera poder sintetizar metano a partir de los recursos disponibles. Esta capacidad es esencial para la visión de Elon Musk de crear una infraestructura que permita misiones de ida y vuelta al planeta rojo.
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Las pruebas actuales se centran en mejorar la durabilidad y la fiabilidad del motor, sometiéndolo a condiciones extremas que simulan las exigencias de un lanzamiento real. Hasta el momento, los resultados han sido prometedores, con múltiples encendidos exitosos que acercan a la compañía a su objetivo de realizar misiones de prueba con Starship en un futuro cercano.