La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) anunció la expropiación de 105 hectáreas de terreno en los estados de Yucatán y Campeche, a través de la publicación de cuatro decretos en el Diario Oficial de la Federación. Estas acciones forman parte de las obras de infraestructura ferroviaria para el proyecto del Tren Maya, un esfuerzo clave del gobierno para impulsar el desarrollo del sureste de México.
Las áreas expropiadas incluyen terrenos en los municipios de Chemax y Mérida en Yucatán, así como en Escárcega en Campeche. La compensación por las tierras varía, con montos que oscilan desde 1 millón 663 mil 272 pesos hasta 36 millones 344 mil 952 pesos, dependiendo de la ubicación y el tamaño de cada parcela afectada.
El proceso de expropiación se justifica por causas de utilidad pública y se ha asegurado que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) Tren Maya, S.A. de C.V., procederá con la ejecución de los decretos una vez que haya acreditado el pago o depósito de las indemnizaciones correspondientes a los dueños de los terrenos.
Esta medida ha generado diversas reacciones entre la población y los sectores involucrados. Por un lado, se reconoce como un paso adelante en la realización del Tren Maya, proyecto que promete mejorar la conectividad en la región y fomentar el desarrollo económico y turístico. Por otro lado, existen preocupaciones sobre el impacto ambiental y social que la construcción podría tener en las áreas afectadas.
El gobierno ha enfatizado su compromiso con la legalidad y la compensación justa para los afectados por estas expropiaciones, buscando mitigar el impacto negativo y promover un clima de cooperación con las comunidades locales. La implementación exitosa del Tren Maya dependerá de un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental y social, retos que el gobierno se esfuerza por superar en su avance hacia la transformación del sureste de México.