El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto una serie de reformas constitucionales que incluyen la eliminación de siete organismos autónomos, con el objetivo de transferir sus funciones a diversas dependencias gubernamentales.
Esta iniciativa se presenta como parte de un amplio paquete de reformas dirigidas a simplificar la estructura organizativa del gobierno y mejorar la eficiencia administrativa.
Las entidades afectadas incluyen la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Las funciones de estas entidades serían redistribuidas entre varias secretarías y dependencias del gobierno, como la Secretaría de Economía, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Secretaría de Energía, y la Secretaría de Educación Pública, entre otras.
La justificación presentada por el presidente López Obrador para esta reestructuración se centra en la necesidad de reducir gastos superfluos y eliminar duplicidades en las funciones del ejecutivo, argumentando que estos organismos autónomos consumen recursos significativos que podrían utilizarse de manera más eficiente.
Desde su anuncio, la propuesta ha generado debate entre diferentes sectores de la sociedad, incluyendo la oposición política y los propios organismos autónomos. Partidos como el PAN y el PRI han expresado su oposición a las reformas, argumentando que debilitarían instituciones clave que sirven como contrapesos al poder ejecutivo.
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Por otro lado, el Inai ha señalado que analizará detenidamente la iniciativa, enfatizando la importancia de preservar la autonomía en el ejercicio de sus funciones relacionadas con el acceso a la información y la protección de datos personales.
Esta propuesta de reformas constitucionales se enmarca en un contexto político amplio y complejo, llegando a pocos meses de las elecciones presidenciales programadas para el próximo 2 de junio, en las que se renovarán también el Senado y la Cámara baja, entre otros 20.000 cargos públicos. El debate sobre estas reformas se espera que sea intenso, atravesado por la dinámica de la campaña electoral.