El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció el abuso de autoridad en el asesinato del joven normalista de Ayotzinapa ocurrido en Chilpancingo la semana pasada, asegurando que el joven no disparó. Durante su conferencia matutina, el mandatario expresó su pesar por los hechos y confirmó que las investigaciones de la Fiscalía General de la República avanzan, incluyendo la detención de algunos policías involucrados.
López Obrador enfatizó su compromiso de no permitir la impunidad en este caso, señalando: «Lamento mucho lo que pasó, se va a castigar a los responsables y envío mi pésame a los familiares de este joven. No vamos a permitir la impunidad de los responsables; no se va a fabricar nada para proteger a nadie, no permitimos la impunidad. Me dolió muchísimo».
Sin embargo, el presidente distinguió este trágico incidente de las conversaciones en curso sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, reafirmando su deseo de dialogar directamente con los padres de los desaparecidos. López Obrador expresó su desconfianza hacia los abogados y asesores de los padres, así como hacia las organizaciones de derechos humanos, citando pruebas de su postura.
«Quiero hablar con los papás de manera directa. Si no se puede, ya veremos. Que me permitan tener ese diálogo con ellos, sin ningún compromiso de nada, solo quiero que me escuchen», declaró el presidente, asegurando que su intención es compartir información que cree que los padres no poseen, sin esperar que necesariamente acepten su versión de los hechos.
En su compromiso por encontrar a los jóvenes desaparecidos, López Obrador señaló que personalmente dirige la investigación y agradeció la cooperación de individuos clave que han contribuido a avanzar en el caso. «Hemos contado con la cooperación de algunas personas que son claves, esto nos está ayudando y a esas personas les digo que soy un hombre de palabra y que en la medida que nos ayuden van a contar con nuestro reconocimiento y apoyo», afirmó.
Finalmente, el presidente hizo un llamado a los abogados de los padres a abstenerse de realizar actos de provocación, especialmente durante actos de campaña presidencial, enfatizando que la verdadera revolución no implica poner en riesgo la vida de otros. «Un dirigente puede poner en riesgo su vida pero no tiene derecho de poner en riesgo la vida de los demás. Eso no tiene nada que ver con la Revolución, tiene que ver con el conservadurismo», concluyó López Obrador.