Estas naciones, cuya existencia está amenazada por el aumento del nivel del mar, se están quedando despobladas y pagando las consecuencias de un cambio climático que no han creado ellos. El titular de la ONU pide una reforma financiera que les permita salir adelante.
El Secretario General advierte desde la Cuarta Conferencia Internacional sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS4) celebrada en Antigua, que las 39 naciones que componen ese grupo, han sido especialmente vulnerables al COVID, la invasión rusa de Ucrania, y el cambio climático.
La financiación internacional es el combustible del desarrollo sostenible, pero los pequeños Estados insulares se están “quedando vacíos”, ahogados por la deuda y el aumento del nivel del mar debido a un cambio climático que no es culpa suya, aseguró António Guterres.
El funcionario hizo esa advertencia, en el segundo día de la SIDS4, que se celebra esta semana en Antigua y Barbuda, una isla gemela del Caribe.
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo están pagando más por el servicio de su propia deuda de lo que invierten en sanidad y educación, dijo el dirigente de la ONU, lo que deja a estas naciones incapaces de realizar las inversiones que necesitan para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030.
Muchos de ellos están clasificados como de renta media, lo que les excluye del apoyo a la deuda reservado a las naciones más pobres.