La imposición de un arancel del 25% a las exportaciones de acero y aluminio por parte de Estados Unidos representa un duro golpe para la economía mexicana. Esta medida afecta diversas industrias, incluyendo autopartes, electrodomésticos y productos electrónicos, que son fundamentales en la actividad económica de 11 estados del país. En total, estos sectores representan cinco de cada 100 dólares generados por exportaciones mexicanas.
Fernando de Mateo, coordinador del diplomado sobre Negociaciones Comerciales Internacionales en El Colegio de México (Colmex), destacó que México es el segundo país más afectado por esta medida, después de China. «Es una locura. Exportamos una infinidad de productos que contienen acero o aluminio, y esto nos impacta directamente», señaló.
Déficit en acero y dependencia del aluminio
México enfrenta un déficit en acero con Estados Unidos y no produce aluminio, lo que agrava la situación. Según De Mateo, el problema principal radica en los aranceles aplicados a productos derivados de estos materiales. En 2023, México exportó aproximadamente 31 mil millones de dólares en productos con componentes de acero y aluminio a EE.UU., solo por debajo de China, que exportó 35 mil millones de dólares.
De estas exportaciones, alrededor de 8 mil millones de dólares corresponden a productos con acero y 23 mil millones a productos con aluminio. «México importa materia prima de aluminio, la transforma y la reexporta en forma de productos terminados», explicó el especialista.
Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos revelan que entre los productos más importados con acero o aluminio destacan las partes de carrocerías de vehículos (7,719 millones de dólares anuales), partes de aire acondicionado (2,088 millones) y componentes de motores (1,459 millones de dólares).
En México, 11 estados dependen significativamente de la exportación de autopartes hacia EE.UU.: Aguascalientes, Coahuila, Durango, Guanajuato, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
Consecuencias económicas y postura de México
El área de análisis de Banamex advierte que estos aranceles probablemente provocarán un aumento en los precios de productos en EE.UU., dado que el acero y el aluminio son insumos clave en diversas industrias. Esto podría afectar el poder adquisitivo del consumidor estadounidense e incluso influir en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum ha optado por una estrategia de negociación y evitar represalias inmediatas hasta el 2 de abril, cuando EE.UU. defina nuevas tarifas. Según De Mateo, esta postura es prudente, ya que responder con aranceles equivalentes podría perjudicar la economía mexicana de manera similar. Sin embargo, destacó que en el futuro México deberá aplicar medidas estratégicas para afectar sectores clave en la economía estadounidense y equilibrar la relación comercial.