En el primer trimestre de 2024, el ingreso laboral de las familias mexicanas alcanzó su mayor nivel registrado, justo antes de los cómics de junio. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los hogares dispusieron de 4 mil 108.07 pesos corrientes por habitante, el monto más alto desde que se tiene registro.
Al ajustar por la inflación, el ingreso laboral de las familias ha aumentado un 29.81 por ciento desde el último trimestre de 2018, contrastando con un retroceso de 3.11 por ciento en los 13 años anteriores, que abarcan las administraciones de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón. y parte de la de Vicente Fox Quesada.
Los datos comparables del Coneval, ajustados a pesos del primer trimestre de 2020 y eliminando el efecto de la inflación, muestran que los ingresos laborales per cápita pasaron de 2 mil 605.92 pesos en el primer trimestre de 2005 a 2 mil 605.92 en el último de 2018. , una reducción del 3,11 por ciento en 13 años. Sin embargo, para el primer trimestre de 2024, estos ingresos habían alcanzado 3 mil 277.58 pesos, un repunte del 29.81 por ciento en cinco años.
Política de recuperación
Independientemente de los programas sociales que reciben algunas partes de la población, cuyos recursos fueron adelantados este año debido a la veda electoral, las cifras del Coneval muestran que los ingresos laborales han aumentado en los últimos cinco años. Esta mejora se debe en parte a una política de recuperación de salarios mínimos y regulaciones contra contrataciones abusivas.
Aumento en todas las entidades del país.
A pesar de estos avances, no se ha revertido completamente la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos laborales para adquirir una canasta alimentaria. Entre 2005 y 2018, este indicador cayó un 18,6 por ciento. Hace 20 años, los ingresos laborales permitían adquirir una canasta alimentaria valorada en 3 mil 163.96 pesos por cada miembro de la familia. Para el cierre de 2018, esa cifra había caído a 2 mil 575.51 pesos, pero desde entonces ha habido una recuperación del 15.13 por ciento, alcanzando 2 mil 965.24 pesos.
En los últimos cinco años, los ingresos laborales per cápita han aumentado en todos los estados. Entre 2005 y 2013, se registraron caídas en estados como México, Sonora, Hidalgo, Chiapas, Aguascalientes, Sinaloa, Oaxaca, Campeche, Guerrero, Quintana Roo, Ciudad de México, Tabasco, Nuevo León, Baja California, Tamaulipas, Veracruz y Morelos, aunque hubo aumentos en otras entidades.
Revisando el poder adquisitivo de estos ingresos para comprar una canasta alimentaria, se observa que han aumentado en la mayoría de los estados desde 2018, con excepciones en Sonora, Quintana Roo y Guanajuato. En los 13 años anteriores, no hubo estado en el que este indicador se incrementara.
Actualmente, los ingresos laborales per cápita más altos se encuentran en Baja California Sur (5 mil 512.23 pesos en términos comparables), seguidos por Baja California, Nuevo León, Ciudad de México y Colima. En el extremo opuesto están Chiapas (mil 711.74 pesos), Oaxaca, Guerrero, Zacatecas y Morelos.
Desde el último trimestre de 2018, las entidades con el mayor incremento de ingresos laborales per cápita son Tabasco (48.33 por ciento), Nayarit (43.43), Guerrero (42.58), Baja California (40.64) y Nuevo León (38.34). Las que menos han crecido son Sonora (7.19), Guanajuato (8.27), Quintana Roo (12.22), Zacatecas (14.25) y Querétaro (14.33 por ciento). En ninguna entidad ha habido retroceso.
Estos estimados se realizan con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, así como las estimaciones trimestrales generadas por el Marco de Muestreo de Viviendas 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y hasta 2008 con las proyecciones demográficas del Coneval.