Ciudad de México, 16 de mayo de 2025. El impuesto del 3.5% a las remesas aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos afectará marginalmente el flujo de dinero enviado a México, coincidieron especialistas del sector financiero. Aunque aún requiere aprobación del Senado, el gravamen podría incentivar el uso de canales informales para evitar la carga fiscal.
La medida, impulsada por el presidente Donald Trump y promovida por legisladores republicanos, fue originalmente propuesta con una tasa del 5%, pero fue ajustada a la baja. Analistas como James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco, advirtieron que muchos migrantes podrían seguir usando medios formales, aunque otros optarán por cuentas bancarias en EE.UU. o enviar el dinero mediante familiares, afectando la contabilidad oficial de las remesas.
Desde BBVA México, el área de estudios económicos calificó el impuesto como «injusto y regresivo«, al elevar hasta cuatro veces el costo de las transferencias, además de contradecir compromisos internacionales. Estiman que su impacto anual rondaría los 1,563 millones de dólares y promovería el crecimiento de un mercado informal y no regulado.
Por su parte, Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, subrayó que se trata de una medida política más que económica, ya que la recaudación por este concepto representaría menos del 0.1% de los ingresos anuales de EE.UU.. También estimó que el crecimiento de las remesas a México se reduciría de un 3% previsto a entre 1% y 2% como resultado del nuevo impuesto.