En enero de 2024, México experimentó una notable inflación, la cual se situó en un 4.88% a tasa anual, según reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este incremento, de 0.89% respecto al mes anterior, marcó el inicio del año con la mayor «cuesta de enero» en los últimos siete años, solo superada por la de 2017 cuando se registró un aumento del 1.70% a raíz del «gasolinazo».
El índice de precios subyacente, que incluye bienes y servicios menos volátiles, registró un aumento mensual de 0.40% y anual de 4.76%, mientras que el índice de precios no subyacente tuvo una variación de 2.37% mensual y de 5.24% anual. Entre los productos con mayores alzas de precio se encontraron el jitomate, la cebolla, servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías, cigarrillos, y gas doméstico LP, entre otros. Por otro lado, algunos productos como el transporte aéreo y el huevo, mostraron una disminución en sus precios.
Este aumento de la inflación refleja una presión adicional sobre el poder adquisitivo de los mexicanos, distanciándose del objetivo del 3% marcado por el Banco de México, con un margen de tolerancia de +/-1%. Los estados de Guerrero, Tlaxcala, Chiapas, Puebla y Oaxaca fueron los más afectados, registrando las mayores variaciones por encima del promedio nacional.