Las condiciones trágicas en zonas de Darfur requieren acción inmediata; la comunidad internacional no puede esperar a que se declare una hambruna, dice la agencia para la alimentación y la agricultura, y alerta del creciente riesgo de que otras áreas afectadas por el conflicto en Sudán caigan también en situación de hambruna. 755.000 personas sufren niveles catastróficos de hambre aguda en el país.
Como respuesta a la información que confirma las condiciones de hambruna en algunas partes de la región sudanesa de Darfur, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instó a un cese inmediato de las hostilidades y a un aumento rápido de la asistencia alimentaria, nutricional y monetaria para salvar vidas, así como de la ayuda agrícola de emergencia.
En un comunicado, la FAO afirmó que esa ayuda es fundamental en las zonas afectadas por el conflicto para aliviar las necesidades inmediatas y evitar que el riesgo de hambruna aumente y afecte a otras localidades de Sudán.
No esperar la declaración de hambruna
Es necesario satisfacer las necesidades inmediatas y fortalecer los medios de vida de la población para que desarrolle resiliencia frente a los conflictos y las crisis climáticas y económicas. “La comunidad internacional no puede esperar a que se declare una hambruna, sino que debe actuar a gran escala y con urgencia cuando las advertencias sean un detonante para la acción”, enfatizó la FAO.
Lee también: Medio millón de gazatíes sufren niveles catastróficos de hambre
La semana pasada, el Comité de Examen de la Hambruna declaró la hambruna en el campamento de desplazados internos de Zamzam, que acoge a 500.000 desplazados internos fuera de la ciudad de El Fasher, en Darfur.
Sudán está sumido en una crisis de seguridad alimentaria sin precedentes, y se enfrenta a los peores niveles de hambre jamás registrados en el país por el Comité, así como a la mayor crisis de desplazados internos del mundo.
Unas 755.000 personas enfrentan niveles catastróficos de hambre aguda, la peor forma de hambre, mientras que 25,6 millones padecen niveles elevados de hambre aguda.