Nayib Bukele, el actual presidente de El Salvador y candidato del partido Nuevas Ideas, se autoproclamó ganador de las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en El Salvador. Según Bukele, su victoria fue aplastante, con más del 85% de los votos, y su partido aseguró un mínimo de 58 de los 60 diputados de la Asamblea. Estos resultados aún no han sido confirmados oficialmente por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La reelección de Bukele ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional, debido a cuestionamientos sobre la constitucionalidad de su candidatura para un segundo mandato consecutivo. A pesar de las críticas y acusaciones de supuestas violaciones a los derechos humanos vinculadas a su política de seguridad, Bukele defendió el régimen de excepción y su estrategia de mano dura contra las pandillas, argumentando que estas medidas han transformado a El Salvador en el país más seguro del hemisferio occidental.
Bukele, conocido por su enfoque innovador y su uso extensivo de las redes sociales, convocó a sus seguidores a celebrar la victoria frente al Palacio Nacional, horas después del cierre de las urnas. Sus declaraciones y acciones han sido respaldadas por una base de seguidores leales, quienes ven en su liderazgo un cambio positivo para el país, particularmente en términos de seguridad y lucha contra las pandillas.
Varios gobiernos y figuras internacionales han felicitado a Bukele por su victoria electoral, anticipando la continuación de relaciones amistosas y cooperación bilateral con El Salvador. Entre ellos, se encuentran los gobiernos de Guatemala, China, Honduras, México, Ecuador, y Panamá.
Esta elección marca un hito en la historia política de El Salvador, al ser Bukele el primer presidente que logra una reelección en casi un siglo. Su promesa para el segundo mandato incluye no solo mantener la seguridad sino también enfocarse en la recuperación económica del país.