El aumento de las tasas de interés llevará a un menor consumo y un debilitamiento de la inversión. No obstante, para el 2024 ya se prevé un repunte del crecimiento.
Economistas de la ONU advirtieron el miércoles de que es probable que las crisis entrecruzadas por las que están atravesando la mayoría de los países añadan más daños a la economía mundial, con un crecimiento que se ralentizará desde el 3% previsto en 2022 al 1,9% de este año.
Esta será una de las tasas de crecimiento más bajas de las últimas décadas, aparte de la registrada durante la crisis financiera de 2007-2008 y la del apogeo de la pandemia del COVID-19.
«En la mayoría de los países esperamos que el consumo privado y la inversión se debiliten debido a los ingresos y al aumento de las tasas de interés», auguró Ingo Pitterle, economista del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) al presentar el informe Situación y perspectivas de la economía mundial en 2023. «Varios países experimentarán una leve recesión antes de que se prevea un repunte del crecimiento en el segundo semestre de este año y en 2024».
Lee también: El precio de los alimentos baja casi un 18% con respecto a su máximo de marzo de 2022 a nivel mundial
Las conclusiones del informe se producen en el contexto de la pandemia, la guerra desatada por Rusia en Ucrania, que ha generado las consiguientes crisis alimentaria y energética y contribuir al aumento de la inflación, el endurecimiento de la deuda y la emergencia climática.
A corto plazo, las perspectivas económicas son sombrías e inciertas, aunque se prevé que el crecimiento mundial repunte moderadamente hasta el 2,7% en 2024.
Sin embargo, esto depende en gran medida del ritmo y la secuencia del endurecimiento monetario ocasionado por la subida de los tipos de interés, las consecuencias de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que se produzcan nuevas interrupciones en la cadena de suministro.