El Programa Mundial de Alimentos (PMA) vaticinó otro año de hambre récord en vista de que la crisis alimentaria global sigue empujando a más personas a niveles cada vez peores de inseguridad alimentaria aguda.
La crisis climática, los conflictos y las presiones económicas aumentaron de 282 millones a 345 millones el número de personas con hambre en el mundo tan solo en los primeros meses de 2022, por lo que la agencia de la ONU incrementó sus operativos de asistencia con la meta de llegar a 153 millones de personas necesitadas este año. Para junio, las operaciones habían alcanzado ya a más de 111 millones, frenando la hambruna en Afganistán, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
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El director ejecutivo del PMA, David Beasley, señaló que la actual crisis alimentaria no tiene precedentes y que todo indica que aún no se ha visto lo peor.
“Durante los últimos tres años, las cifras de hambre han alcanzado repetidamente nuevos picos. Déjenme ser claro: las cosas pueden empeorar y empeorarán a menos que haya un esfuerzo coordinado a gran escala para abordar las causas profundas de esta crisis. No podemos tener otro año de hambre récord”, recalcó Beasley.
