La Corte Penal Internacional (CPI) juzga los crímenes más graves. Vela por la participación de las víctimas. Asegura que se lleven a cabo juicios imparciales. Actúa como complemento de los tribunales nacionales. Obtiene un apoyo cada vez más amplio. En sus primeros 20 años de existencia, la CPI ha logrado progresos considerables en su misión crucial.
Con motivo de su vigésimo aniversario durante este julio, presentamos cinco funciones de la CPI que contribuyen al logro de un mundo más justo:
La CPI se creó teniendo presentes a los “millones de niños, mujeres y hombres” que “han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad”. Es el primer tribunal internacional permanente, basado en un tratado, que investiga y enjuicia a los autores de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidio y el crimen de agresión.
La Corte tiene en curso 17 investigaciones en algunos de los conflictos más violentos del planeta, entre ellos los de la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Georgia o Ucrania. La Fiscalía de la CPI es un órgano independiente de la Corte. Lleva a cabo exámenes preliminares e investigaciones y es la única entidad que puede llevar casos ante la Corte.
A lo largo de los primeros veinte años de sus operaciones, la CPI ha juzgado y resuelto causas importantes para la justicia internacional, arrojando luz sobre los crímenes de utilización de niños soldados, destrucción del patrimonio cultural, violencia sexual o ataques contra civiles inocentes. Gradualmente, mediante sus fallos en causas ejemplares, va creando una jurisprudencia autoritativa. Ha abierto 31 causas, y sus magistrados han emitido diez condenas y cuatro absoluciones.
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La Corte no solo juzga y condena a los responsables de los crímenes más graves; también se asegura de que se escuchen las voces de las víctimas.
Se consideran víctimas aquellas personas que han sufrido daños como resultado de la comisión de cualquier crimen de la competencia de la Corte. Participan en todas las fases de los procedimientos judiciales de la CPI.
La Corte mantiene contacto directo con las comunidades afectadas por los crímenes de su competencia mediante programas de proyección exterior. También procura proteger la seguridad y la integridad tanto física como psicológica de las víctimas y los testigos. Aunque las víctimas no pueden presentar sus propios casos, sí pueden aportar información al Fiscal, que incluso puede llevar a una decisión de iniciar una investigación.
En la actualidad, el Fondo Fiduciario de la Corte en beneficio de las víctimas hace realidad las primeras órdenes emitidas por la Corte en materia de reparación. Mediante sus programas de asistencia, el Fondo también ha proporcionado apoyo físico, psicológico y socioeconómico a más de 450.000 víctimas.