En su informe anual a la nación, el Presidente Joe Biden intentó revitalizar el apoyo de un electorado dividido, enfocándose en la importancia de su reelección para prevenir el retorno de Donald Trump y la posible erosión de la democracia estadounidense. Frente a un Congreso reunido y la nación, Biden presentó un discurso enérgico, abordando las preocupaciones sobre su edad y competencia con una muestra de firmeza, coherencia y vigor.
Biden, el presidente más viejo en la historia de Estados Unidos, afirmó que la experiencia acumulada a lo largo de su vida es una fortaleza, no una debilidad, resaltando que «no es qué tan viejos somos, sino la edad de nuestras ideas». Durante más de una hora, expuso una visión optimista del país bajo su liderazgo, enfatizando su enfoque en construir una economía inclusiva y equitativa.
A pesar de presidir sobre un periodo de recuperación económica y una de las tasas de desempleo más bajas en la historia, Biden enfrenta una aprobación que rara vez ha superado el 40 por ciento durante su presidencia. El senador Bernie Sanders sugirió que más allá de resaltar logros, los demócratas deben abordar el «dolor económico» que enfrentan muchos estadounidenses.
En respuesta, Biden se enfocó en la lucha de los trabajadores y el papel fundamental de los sindicatos en la construcción de la clase media del país, un mensaje que podría interpretarse como el comienzo de su campaña de reelección. Además, el presidente se comprometió a defender el derecho al aborto, la inmigración justa y el liderazgo global de Estados Unidos, entre otros temas clave.
El informe no sólo sirvió para resumir los logros y desafíos de su administración, sino también para contrastar su visión de la democracia con la de Trump, a quien criticó sin nombrar, enfocándose en los valores de honestidad, decencia y igualdad.
Con una clara postura contra la prohibición de libros, la defensa del derecho al voto y la necesidad de actuar contra el cambio climático, Biden también abordó temas internacionales críticos como el apoyo a Ucrania frente a Rusia y la búsqueda de «competencia, no conflicto» con China.
Al concluir su discurso, Biden propuso una iniciativa para asistir a Gaza con ayuda humanitaria, en un momento en que su política hacia Israel ha generado críticas. Aunque el mensaje de Biden fue de unidad y progreso, la respuesta a su llamado a la acción, tanto dentro como fuera del Congreso, reflejará el estado verdadero de la unión en los próximos meses.