Si bien Shakira en 10 años seguirá siendo una estrella del pop mundial y seguirá generando muchos millones de dólares en producciones musicales y giras; mientras que Gerard Piqué seguramente seguirá en los negocios como promotor de eventos de gran calado en el viejo continente y ya como futbolista retirado, en estos momentos hay un factor sobre la mesa de su divorcio y este es el patrimonio económico y en los términos que habrán de quedar para no llegar a tribunales.
Padres de Sasha y Milan, tienen ante sí el gran reto de la distribución de los bienes que adquirieron de manera mancomunada.
En conjunto se hicieron de propiedades y es sobre estas que habrán de buscar un arreglo. Por citar las más visibles se encuentran una casa, adquirida en 2012, cuyo valor en ese momento fue de 4.5 millones de euros en Esplugues de Llobregat. Tres años más tarde, en 2015, sumaron a su patrimonio en común otro lujoso hogar valorado en 5 millones de euros, cercano al estadio Camp Nou.
También existen otros inmuebles que quedarán intactos pues fueron comprados antes de su relación. La intérprete se quedará con una mansión en Miami valuada en 13 millones de euros y el futbolista, quien incrementó su cuenta bancaria al ser copropietario del fondo de inversión Kosmos, con una casa de tres pisos ubicada en el centro de Barcelona con un valor estimado de 4.5 millones de euros.
Cabe señalar que la cantante colombiana cuenta con una fortuna de más de 300 millones de dólares producto de sus giras, ventas de discos, líneas de perfumes e incluso su participación en el reality de televisión The Voice, mientras que la del defensa del Barcelona ronda los 80 millones de dólares, de acuerdo con Celebrity Neth Worth.