Por: Sonia Gisella Aguirre Narváez
El diseño de información nos exige hacer un alto en el camino, detenernos en esta desenfrenada competencia, que nos obliga a ser mejores estrategas de la comunicación visual. El planeamiento de esta reflexión, consiste en identificar la importancia que tiene todo el conocimiento previo, que da como resultado un concepto editorial persuasivo, viable, rentable y fundamentado.
En mi experiencia docente en asignaturas relacionadas con la producción editorial, identifico la imperiosa necesidad de formar a diseñadores que no dediquen todo su tiempo a maquetar, sino que aprendan a pensar, que sean críticos, analistas, observadores, diseñadores informados, que también se enfoquen en desarrollar una sólida cultura visual, observando a detalle todo lo que encuentran y consumiendo la mayor cantidad de contenido editorial, para lo cual, afortunadamente, plataformas digitales como Press Reader o las tan famosas redes sociales, se han convertido en el gran escaparate de las marcas editoriales, que no pierden oportunidad para compartir sus diseños de portadas, sesiones fotográficas, infografías, diseño de ilustraciones editoriales, fotoartes o incluso experiencias en eventos, especialmente organizados para las audiencias que siguen sus contenidos, en las diferentes plataformas de difusión.
Idealmente, los estudiantes deben conocer las marcas editoriales con mayor profundidad, el pasado y presente de revistas o diarios, para poder producir futuribles favorables y desarrollar productos académicos, que satisfacen las necesidades de audiencias reales, publicaciones viables, que incluso, no deban ser solo artefactos de evaluación, sino que, una vez concluido el proceso de corrección de estilo y autorización de publicación, los estudiantes puedan compartir su trabajo, al menos en redes sociales, donde los lectores pueden obtener ya un beneficio de los contenidos y que esa información, cumpla algunas de las funciones elementales de todo producto editorial, entretener, informar, formar y/o lograr la interacción.
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Es indispensable que las nuevas generaciones de diseñadores, dimensionen la importancia de la información, de la contextualización, de las características del público al que se van a dirigir, y de los deseos de esa audiencia, hacer procesos de empatía y ponerse en el lugar del otro, para crear publicaciones que no solo atrapen en interés de quien entra en contacto con ellas, sino que garanticen los procesos de lectura, interacción, ayuden a formar a los lectores y logren incrementar los niveles de audiencia de las marcas editoriales. Llegar a más personas, no solo significa la rentabilidad de las marcas, también representa apoyar a la construcción de una sociedad mejor informada.
Es muy cierta la frase ¨quien no conoce su historia, tiende a cometer los mismos errores¨, hoy debemos adoptar modelos académicos que garanticen el análisis profundo de experiencias pasadas, y entender el contexto en el que se encuentran las marcas, e incluso, cómo se ha dado la evolución del producto impreso como pieza principal y la migración a la transmedia o experiencia multiplataforma, donde ya no solo debemos hablar de los lectores, ya que los productos editoriales ahora necesitan estar presentes en plataformas como Spotify, donde los podcast con invitados especiales o contenidos exclusivos, se han convertido en uno de los medios preferidos de los que solo considerábamos como lectores, y hoy, son una parte importante dentro de las métricas de niveles de audiencia.
Hoy ya no solo diseñamos para lectores, debemos crear experiencias editoriales multiplataforma que cubran las expectativas y deseos de una audiencia que busca no solo contenidos, busca experiencias de contenido, y desea ser parte de una marca editorial que los entienda y diseñe información a la medida, incluso con un satisfactor emocional. Todo lo anterior, tan solo serán cimientos para la construcción de propuestas editoriales viables y exitosas, que alcancen los objetivos deseados por las audiencias en constante transformación.
Queda en evidencia, que actualmente la industria editorial no solo demanda diseñadores que tengan habilidades técnicas y las competencias necesarias para diagramar publicaciones, los procesos de maquetación son indispensables en la gestión de proyectos, ya sea impresos o digitales, sin embargo, es igual de importante el diseño de estrategias visuales, como la definición del ADN de los productos editoriales.
El ADN de una publicación logra la identificación de la audiencia con lo publicado, y la forma ideal de alcanzar esto, es que el diseñador se ocupe de empatizar con quienes recibirán los contenidos y desarrollar publicaciones que se adapten a las necesidades actuales, que se ajuste el diseño de contenidos dependiendo la plataforma en que se va a compartir, cuidando las estrategias de contenido o el diseño de agendas de contenido, donde el periodismo juega un papel importante, cuando se considera en la planeación, materiales periodísticos de calidad, cuidando la correcta redacción de cada bloque de información (balazo, cabeza, sumario, nota, cabezas de descanso y diseño de grafismos o sidebar), que garanticen procesos de lectura.
Obliguemos a la investigación, al análisis, a realizar procesos de empatía, a desarrollar la cultura visual, a escuchar a las audiencias, a ser observadores, a ser científicos del diseño y apasionarse con lo que se está haciendo, a que las nuevas generaciones de diseñadores sean conversadores con las audiencias y a la par, podemos enseñar los proceso de composición y maquetación, pero dando prioridad a la formación de un diseñador analítico, que sepa adaptarse no solo a los proyectos, sino a los tiempos de cambio y las nuevas tecnologías.
Nota biográfica:
Sonia Gisella Aguirre Narváez, poblana y Profesora de Tiempo Completo de la Universidad de las Américas Puebla, Diseñadora Gráfica, Doctora en Dirección y Mercadotecnia, y Maestra en Procesos de Diseño. Especialista en producción editorial. Ha realizado investigaciones que atienden al desarrollo de estrategias editoriales, que promueven la participación en proyectos con responsabilidad social. 22 años de experiencia docente. Ha participado en proyectos de Diseño de Información y Marketing Político, y en la gestión de proyectos editoriales para gobiernos estatales. Actualmente es Profesora de Tiempo Completo y coordinadora de la Maestría en Diseño de Información de la Universidad de las Américas Puebla.