Ciudad de México.– La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expresó este miércoles su rechazo a la iniciativa presentada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que busca imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes a sus países de origen. La mandataria calificó la propuesta como una medida “discriminatoria e injusta”, al representar una doble tributación para los trabajadores migrantes.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum destacó el respaldo unánime del Senado mexicano, que, con la firma de todas las fracciones políticas, emitió una carta oficial en la que rechaza categóricamente la propuesta legislativa estadounidense.
“¿Cómo van a gravar si ya pagan impuestos los mexicanos allá, tengan documentos o no? Todos pagan impuestos. Incluso hay estados que ya gravan las remesas”, declaró la presidenta.
Añadió que la posición del gobierno mexicano frente a este tema es firme y consensuada:
“Ahí todos dijeron: ‘no, eso no, no estamos de acuerdo en esta injusticia que es discriminatoria’”.
Contexto legislativo
La iniciativa ha sido impulsada por legisladores republicanos en Estados Unidos, bajo el argumento de financiar operaciones de seguridad fronteriza. De aprobarse, afectaría directamente a millones de familias que dependen del envío de remesas, particularmente en países de América Latina como México, que en 2024 recibió más de 63 mil millones de dólares por este concepto.
Actualmente, las remesas representan una fuente clave de ingresos para millones de hogares mexicanos, y su gravamen podría impactar severamente en las economías familiares y regionales.
El gobierno mexicano ha reiterado en diversos foros internacionales que las remesas no deben ser vistas como una fuente de financiamiento fiscal, sino como una expresión de solidaridad y esfuerzo de los migrantes, quienes ya contribuyen económicamente en sus lugares de residencia mediante el pago de impuestos y consumo.