En una clara referencia a las recientes declaraciones de la candidata presidencial de la coalición entre PAN, PRI, y PRD, Xóchitl Gálvez, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que no se cerrará ninguna de las refinerías del país, garantizando así la continuidad de la operación de estas instalaciones estratégicas para la nación. Esta declaración surge tras el planteamiento de Gálvez sobre el cierre de las refinerías de Cadereyta, en Nuevo León, y de Ciudad Madero, en Tamaulipas, debido a preocupaciones ambientales.
El mandatario mexicano utilizó sus redes sociales para manifestar su posición, sin mencionar directamente a la candidata opositora, y enfatizó que la propuesta de cerrar dichas refinerías no procederá. Además, López Obrador hizo referencia a la historia petrolera de México, citando a los ex presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, quienes ya en la década de 1960 alertaban sobre el riesgo de que «malos mexicanos» intentaran entregar los recursos energéticos del país a inversionistas extranjeros.
La polémica surgió cuando, en un acto de campaña en Nuevo León, Gálvez mencionó la posibilidad de cerrar las refinerías de Cadereyta y Ciudad Madero como una medida para combatir la contaminación. Este comentario fue seguido por una solicitud de la dirigencia nacional del PAN, que propuso el cierre de la refinería de Tula, en Hidalgo, sumando complejidad al debate sobre la política energética y medioambiental en México.
La respuesta del presidente López Obrador refleja la importancia que su administración otorga al sector energético y su compromiso con mantener en operación las infraestructuras existentes. Al mismo tiempo, la discusión sobre las refinerías pone de relieve los retos que enfrenta México en términos de sostenibilidad ambiental y la necesidad de encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.
Este intercambio de declaraciones se produce en un momento en que la política energética de México y su impacto ambiental son temas de creciente interés y debate, tanto a nivel nacional como internacional. La decisión final sobre el futuro de las refinerías mexicanas y la dirección de la política energética del país probablemente continuará siendo un punto de discusión crucial en el camino hacia las próximas elecciones presidenciales.