En el actual sexenio, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha desarrollado 54 nuevos campos de hidrocarburos, cifra que contrasta significativamente con los ocho campos desarrollados en la administración anterior. Esta expansión es el resultado de una política de exploración y producción más agresiva y eficiente.
Según datos presentados a la Comisión de Energía, de estos nuevos campos, 31 son marinos y 23 son terrestres. Gracias a esta estrategia, Pemex ha logrado que una tercera parte de su producción total actual provenga de estos campos nuevos, alcanzando más de 560 mil barriles diarios. Además, el tiempo para pasar del descubrimiento al desarrollo de un campo se ha reducido de 60 meses a solo 12.
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La estrategia también ha impulsado la perforación de pozos más complejos y la construcción de infraestructura más eficiente, como la instalación de 1,367 kilómetros de nuevos ductos. Pemex también ha fortalecido su capacidad operativa con la adquisición de 18 nuevos equipos de perforación y la modernización de 15 equipos existentes.
