Los globos meteorológicos son una parte importante del Sistema Mundial de Observación que sustenta las previsiones meteorológicas y la observación del clima. Proporcionan información en tiempo real para los modelos informáticos de previsión, datos locales para que los meteorólogos puedan predecir tormentas y cifras para la investigación con el fin de comprender mejor los procesos meteorológicos y climáticos.
Los globos meteorológicos han sido durante décadas una parte muy importante del Sistema Mundial de Observación, ya que son la principal fuente de datos por encima del suelo. Proporcionan información para vigilar el clima y predecir los cambios atmosféricos. Todos los meteorólogos del mundo utilizan modelos informáticos de previsión que emplean datos provenientes de globos meteorológicos.
Cada día se recogen millones de análisis en todo el mundo: 50 satélites proporcionan información desde el espacio, 1650 boyas y 7300 barcos proporcionan información desde el océano; 4000 aviones, 7300 barcos amarrados y 10.000 estaciones de observación facilitan datos en tierra. A esto se suman casi 1000 globos meteorológicos equipados con radiosondas.
Las radiosondas, que actúan como estaciones en la atmósfera, se fijan a globos aerostáticos y se sueltan simultáneamente desde casi 900 lugares de todo el mundo. Más de dos tercios de las estaciones realizan observaciones a la medianoche y al mediodía del Meridiano de Greenwich. Entre 100 y 200 estaciones realizan observaciones una vez al día.
Los vuelos de los globos duran unas dos horas y realizan mediciones de la presión, la velocidad del viento, la temperatura y la humedad desde justo encima del suelo hasta alturas de hasta 35 km. Pueden recorrer muchos kilómetros antes de que el globo estalle y caiga a tierra en paracaídas.