Una innovadora instalación artística en la sede de la ONU, obra del célebre artista Refik Anadol, aprovecha la inteligencia artificial para concienciar sobre la belleza y fragilidad de los arrecifes de coral del mundo y la urgente necesidad de hacer frente a la crisis climática.
Formas abstractas en verde, naranja y blanco se entrecruzan en un patrón interminable e irrepetible, combinado con música ambiental que induce un efecto hipnótico en quienes la miran demasiado tiempo (como quien esto escribe).
Es muy difícil que los delegados de la Asamblea General y la Cumbre del Futuro se pierdan el Gran Modelo Natural: Coral. La obra ocupa toda una sección de la pared del pasillo de la planta baja del edificio de conferencias de la sede de la ONU, frente al Jardín Japonés de la Paz.
Pero, además de llamar la atención per se, el artista que está detrás de la obra llama sutilmente la atención sobre dos de los principales temas mundiales que se debaten en la ONU durante la semana más ajetreada del año: la crisis climática y el impacto de la inteligencia artificial.