China ha intensificado su enfoque en la energía nuclear como una estrategia clave para impulsar su economía y asegurar su futuro energético. En medio de desafíos económicos globales y tensiones comerciales, el gobierno chino ha identificado la expansión de su capacidad nuclear como una solución para diversificar sus fuentes de energía y reducir la dependencia de combustibles fósiles, que siguen siendo una parte considerable de su matriz energética.
El país asiático, que ya cuenta con uno de los programas nucleares más grandes del mundo, ha anunciado planes ambiciosos para construir más reactores nucleares en los próximos años. Estos esfuerzos no solo están dirigidos a aumentar la generación de electricidad, sino también a fortalecer la industria nuclear nacional, promoviendo la innovación tecnológica y la autosuficiencia en este sector estratégico.
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La inversión en energía nuclear también está alineada con los objetivos de China de reducir las emisiones de carbono y cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático. Además, esta expansión podría ofrecer nuevas oportunidades de empleo y desarrollo en las regiones donde se construyan nuevas plantas, lo que contribuiría a mitigar algunos de los impactos económicos de la desaceleración en otras áreas de la economía.