China reafirmó su disposición para colaborar en el ámbito espacial con Estados Unidos, luego de que el administrador de la NASA, Bill Nelson, felicitara al país asiático por el éxito de la misión Chang’e-6. La sonda, actualmente en camino de regreso a la Tierra, ha recolectado muestras de piedras y polvo de la cara oculta de la Luna.
“Chang’e-6 completó la primera misión del mundo de recolectar muestras en el lado oculto de la Luna y está camino a casa. Es un paso histórico de la humanidad en el uso pacífico del espacio. Realmente apreciamos la amplia atención y el reconocimiento que ha recibido de muchos países”, declaró Mao Ning, vocera de la cancillería china, en una conferencia de prensa.
La vocera confirmó que China está abierta a colaborar con Estados Unidos en temas espaciales. Indicó que ambas naciones han establecido mecanismos para tal colaboración, incluyendo un grupo de trabajo sobre ciencias terrestres y del cosmos, así como un diálogo sobre espacio civil.
Nelson, al felicitar a China, solicitó una mayor transparencia en sus actividades espaciales y recordó la competencia entre ambas naciones por regresar a la Luna. En respuesta, Mao Ning lamentó las dificultades en la cooperación espacial causadas por la legislación estadounidense, específicamente la Enmienda Wolf de 2011, que restringe los intercambios y el diálogo normal entre las agencias espaciales de ambos países.
La Enmienda Wolf ha sido criticada por dificultar la cooperación entre China y Estados Unidos, afectando proyectos de laboratorio espacial y, por ende, a la ciencia.
China logró un hito con la misión Chang’e-6 al recolectar muestras de la cara oculta de la Luna. El módulo de ascenso de la sonda se acopló exitosamente con la combinación orbitador-retornador en órbita lunar, y las muestras fueron transferidas de manera segura al módulo de retorno.
La sonda no tripulada tiene previsto aterrizar en Mongolia Interior, China, el 25 de junio. De ser exitosa, China se convertirá en el primer país en traer material del lado oscuro de la Luna, consolidando su posición en la exploración espacial. Esta es la segunda vez que una nave china logra un encuentro y acoplamiento en la órbita lunar, siendo la primera la misión Chang’e-5 en 2020.