Ciudad de México. Tras dos trasplantes de riñón fallidos y la imposibilidad médica de recibir un tercero, Samara Martínez, una joven de 30 años con lupus, ha decidido encabezar una lucha para que en México se reconozca el derecho a morir con dignidad. Este martes presentará en el Senado una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud que permitiría la eutanasia, y mañana hará lo mismo en la Cámara de Diputados.
Martínez, quien actualmente depende de diálisis peritoneal para mantenerse con vida mientras su enfermedad no se reactive, aseguró que su objetivo no es luchar contra la muerte, sino “poder ir hacia ella con dignidad”.
La activista participó en el conversatorio Abriendo el debate: muerte médicamente asistida en México, organizado por El Derecho a Morir con Dignidad (DMD). Su presidenta, Amparo Espinosa Rugarcía, señaló que, según dos encuestas recientes, el 70% de la población mexicana está a favor de la eutanasia, práctica vigente en diversas naciones de Europa y América Latina.
Especialistas advierten rezago en legislación y cuidados paliativos
Espinosa advirtió que muchas personas en México enfrentan sufrimiento extremo al final de la vida, con oferta insuficiente de cuidados paliativos y sin opciones terapéuticas que garanticen un cierre digno.
El abogado Isaías Urbina recordó que en el país han existido al menos seis propuestas legislativas sobre eutanasia, todas detenidas por la oposición de grupos conservadores, principalmente la Iglesia católica.
Explicó que la nueva iniciativa propone derogar el artículo 166 Bis 21, que prohíbe explícitamente la eutanasia, y agregar nueve artículos 166 Ter para definir la muerte médicamente asistida, el suicidio asistido, la objeción de conciencia y el procedimiento para ejercer este derecho.
Por su parte, Héctor Nebot, abogado y especialista en bioética, subrayó que la discusión debe incluir a profesionales de la salud y a pacientes, y recordó que Uruguay aprobó recientemente la eutanasia, lo que abre un referente cercano para México.
Martínez afirmó que es momento de abrir el debate: “Desde el privilegio de tener buena salud, jamás habrá esta discusión. Por eso la lucha debe venir de quienes conocemos el sufrimiento”.







