Pasaba poco de las dieciocho horas de aquel nueve de enero del año en curso, cuando el telón del Teatro del Complejo Cultural Universitario anunciaba la espectacular entrada del equipo de “Estamos Al Aire”; Manolo Frausto, Director General del programa, fungía también como Maestro de Ceremonias para darle la bienvenida a su imparable y tenaz equipo: Kairi Herrera, Ludwin Cuevas, Israel Valero, y Armando Valerdi arribaron al escenario, ovacionados por un fuerte aplauso de los asistentes, conformados por grandes personalidades de los medios, familia, amigos, audiencia y amantes de la literatura que acudieron.
El día había llegado, la tan anhelada y anunciada visita de Juan Villoro a Puebla se cumpliría y los presentes serían testigos de este encuentro con las letras y la música. “Mariachi: Una lectura musicalizada”, fue un evento organizado por el programa “Estamos Al Aire” para conmemorar su 15 Aniversario.

Foto: MAPG
Y entonces, en un ambiente mágico y épico aparece la figura del maestro, Juan Villoro, acompañado de izquierda a derecha por: Jorge F. Hernández, en parodias de la música, Guillermo Zapata, más conocido como “El Caudillo del Son”, con arreglos musicales inspirados en clásicos mexicanos, así como, Hernán Bravo Varela, con su maravillosa voz interpretando canciones del folklore mexicano.
Villoro, con su prosa poética y su aguda observación, presentó un relato para los amantes de la música y la literatura. A través de su cuento, “Mariachi”, cuya trama, explora las pasiones, los sueños y las pérdidas de un astro de la canción ranchera, cuyas vivencias se reflejaron en las canciones que se interpretaron a lo largo de la noche.
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Entre las piezas musicales que se escucharon (y también se cantaron por parte de los asistentes), destacan clásicos como «Se me olvidó otra vez», composición de Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel; una canción que ha trascendido generaciones y se ha convertido en un himno de desamor. También, se escuchó a, «El corrido del caballo blanco» de José Alfredo Jiménez, una pieza llena de nostalgia y romanticismo.
Llegó el turno de la desgarradora y curativa, «No volveré», del célebre Manuel Esperón; la cual evoca sentimientos de pérdida, despedida y añoranza. A través de versos sencillos, pero profundos, el compositor expresa el dolor de quien se ve obligado a dejar atrás a alguien amado o un lugar que le es querido. Pero también a continuar con dignidad luego de haber amado de verdad.
Otro poema musical se interpretó y entonces se escuchó, «Si nos dejan»; no cabe duda que José Alfredo Jiménez Sandoval “El Rey de la Canción Ranchera”, nos dejó un legado musical donde las pasiones humanas, el amor, el desamor, la nostalgia y la alegría son los protagonistas.
Esta velada única fue una oportunidad para conectar con nuestras raíces y celebrar la riqueza de nuestra música. La combinación de la palabra escrita y la música en vivo provocó una experiencia inolvidable que nos hará recordar por qué la canción ranchera sigue siendo una de las expresiones artísticas más importantes de nuestro país.
«Mariachi», incluido en la colección «Los culpables», nos sumerge en un relato cómico y reflexivo sobre la identidad, la masculinidad y los deseos ocultos. Villoro, con su característico estilo irónico y agudo, nos presenta a un músico mexicano que, a pesar de su fama y carisma, lucha con una obsesión por las mujeres de cabello blanco.
La narración, llena de humor y situaciones absurdas, nos invita a cuestionar los estereotipos asociados al mariachi y a la masculinidad mexicana. A través de la voz del protagonista, exploramos temas como la soledad, la búsqueda de la identidad y el deseo de trascender los roles que la sociedad nos impone.
Villoro logra crear un personaje complejo y entrañable, que nos provoca tanto risa como reflexión. La prosa del autor es ágil y precisa, transportándonos al mundo del mariachi con vívidas descripciones y diálogos ingeniosos.
En el siguiente enlace se puede revivir tan entrañable viaje de letras y música.