La proyección de la inflación para México en 2024 se presenta como un desafío considerable, según diversos análisis de expertos y economistas. Aunque se ha registrado un avance en el proceso desinflacionario, aún se enfrentan retos significativos. En 2023, la inflación se redujo a un 4.66%, pero la trayectoria a la baja durante 2024 se espera que sea más complicada.
La directora general de investigación económica del Banco de México, Alejandrina Salcedo, mencionó que, aunque se ha progresado en el proceso de desinflación, todavía hay un largo camino por recorrer. El consenso de analistas prevé que para el cierre del año, la inflación tanto general como subyacente rondará el 4.0%. Una preocupación específica es el comportamiento de los precios de los servicios, que aún no muestran un punto claro de inflexión. Además, se destaca que el balance de riesgos para la trayectoria de la inflación está sesgado al alza, con preocupaciones sobre la persistencia de la inflación.
Por otro lado, Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America, predice una inflación de 4.7% al cierre del año, señalando que los efectos no subyacentes comienzan a revertirse. En cuanto a los servicios, existe preocupación por las presiones que podrían surgir debido al crecimiento económico, el mercado laboral apretado y el aumento en salarios y pensiones.
Ernesto Revilla, economista en jefe para América Latina de Citigroup, estima que la inflación general cerrará el año en 4.3% y la subyacente en 4.5%. Según sus proyecciones, no se espera que la inflación llegue dentro de la banda del Banco de México hasta la segunda mitad de 2025, cerrando incluso ese año en un 3.9%.
Finalmente, se anticipa una desaceleración económica moderada como resultado de la restricción monetaria que se ha aplicado tanto en México como a nivel mundial. Esta desaceleración se considera natural dada la restricción monetaria que ha prevalecido en los últimos 18 meses.







