El Reino Unido ha entrado oficialmente en recesión, confirmó este jueves la Oficina Nacional de Estadística (ONS), marcando el segundo trimestre consecutivo de contracción económica. El Producto Interior Bruto (PIB) del país disminuyó un 0.3% en el último cuarto de 2023, siguiendo una caída del 0.1% en el tercer trimestre, lo que señala una recesión «técnica» según los estándares económicos.
Este revés económico, el primero desde el impacto devastador de la pandemia de coronavirus en 2020, se atribuye en gran parte a la presión inflacionaria y a los elevados tipos de interés que han mermado tanto a las finanzas de los hogares como a la viabilidad de las empresas. La situación presenta un escenario complicado para el partido conservador, actualmente en el gobierno, en un año marcado por elecciones pendientes.
A pesar de la recesión técnica en la segunda mitad del año, el Reino Unido logró un crecimiento marginal del 0.1% en el transcurso de 2023, un descenso significativo en comparación con el crecimiento del 4.3% registrado en 2022. Según el ONS, la recesión se vio influenciada negativamente por el bajo rendimiento del sector comercial en diciembre, un período tradicionalmente fuerte para el comercio debido a la temporada navideña.
El ministro de Economía, Jeremy Hunt, destacó que la inflación sigue siendo el principal obstáculo para el crecimiento económico, pero aseguró que se han tomado medidas prioritarias para reducirla. Aunque la tasa de inflación se ha reducido desde el 11% en octubre de 2022 al 4%, aún se mantiene por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Inglaterra. Con los tipos de interés situados en el 5.25%, el débil crecimiento era previsible, pero Hunt sugiere que hay indicios de una recuperación económica inminente.
Los expertos, aunque reconocen la recesión, la consideran moderada y anticipan que su conclusión está próxima. Ruth Gregory, economista de Capital Economics, señala que el Reino Unido ya muestra señales de recuperación, aunque admite que la noticia de la recesión supone un revés importante para el primer ministro Rishi Sunak y su partido, que se enfrenta a una desventaja significativa en las encuestas frente al partido laborista.
Este anuncio llega en un momento crucial para la política británica, con el partido conservador buscando mantener su liderazgo de 14 años en medio de una ventaja notable de los laboristas en las encuestas de opinión, y sin una fecha establecida aún para las próximas elecciones.







