Los Ángeles. El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que presentará una demanda legal contra el presidente Donald Trump, luego del despliegue de tropas de la Guardia Nacional en Los Ángeles sin previa consulta con el gobierno estatal.
“Tomar el control de la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador es ilegal e inmoral”, declaró Newsom en entrevista con MSNBC, al calificar la medida como una violación a la soberanía estatal.
La presencia de aproximadamente 300 efectivos federales fue motivada por las protestas contra las redadas migratorias iniciadas el viernes en diversos puntos de la ciudad, que han derivado en disturbios, vandalismo y enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Durante el fin de semana, manifestantes incendiaron vehículos autónomos, lanzaron objetos contundentes y explosivos a agentes de policía, y bloquearon la autopista 101, mientras la policía y la Guardia Nacional respondieron con gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras. La situación dejó decenas de detenidos, incluyendo personas acusadas de ataques con cócteles molotov y agresiones a oficiales.
El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, señaló que su cuerpo policial fue superado por la magnitud de las protestas, pero negó haber sido notificado previamente de las redadas federales que desataron la crisis.
Por su parte, el presidente Trump defendió la decisión en su red social Truth Social, exigiendo a las autoridades locales que arrestaran a los manifestantes enmascarados y afirmando que “no se saldrán con la suya”.
La administración federal invocó una disposición legal que permite el uso de fuerzas armadas ante una rebelión o peligro de rebelión, y ordenó el despliegue de 2,000 elementos de la Guardia Nacional para resguardar edificios federales, entre ellos un centro de detención migratoria.
Newsom criticó al mandatario por tomar esta acción sin previo aviso y lo acusó de instigar la violencia con fines políticos. “Trump quiere caos”, expresó el gobernador, quien pidió a los manifestantes mantenerse pacíficos y evitar caer en provocaciones.
El gobierno de México, por su parte, ha mostrado preocupación por el trato a sus connacionales en medio de esta coyuntura, activando protocolos de protección consular en Los Ángeles.
La última ocasión en la que un presidente federalizó la Guardia Nacional sin autorización del gobernador fue en 1965, durante la marcha por los derechos civiles en Alabama. El caso de Los Ángeles representa, por tanto, un precedente grave en el uso del poder federal para controlar protestas de carácter local.