Este viernes, las autoridades penitenciarias rusas confirmaron el fallecimiento de Alexei Navalny, prominente líder opositor y principal crítico del Kremlin. Navalny, de 47 años, murió en la cárcel número 3 en la región ártica de Yamal, donde cumplía una condena de 19 años por cargos de «extremismo».
Según un comunicado emitido por los servicios penitenciarios, Navalny se sintió mal después de un paseo y perdió el conocimiento. A pesar de los esfuerzos de reanimación, los médicos no lograron salvarlo, y se confirmó su fallecimiento en el centro penitenciario. Las causas de su muerte están siendo investigadas.
Navalny había denunciado repetidamente que sus múltiples procesos legales estaban politizados y eran una represalia por su activismo contra el presidente Putin. Durante su tiempo en prisión, el activista enfrentó condiciones extremadamente difíciles en una colonia penitenciaria remota del Ártico.
El presidente Putin fue informado de la muerte de Navalny, según su portavoz, Dmitri Peskov. Sin embargo, el equipo del opositor declaró que no había recibido confirmación oficial y que su abogado se dirigía a la ciudad del Ártico donde se encontraba la prisión para obtener más información.
Navalny, quien sobrevivió a un envenenamiento en 2020, había experimentado problemas de salud relacionados con una huelga de hambre durante su encarcelamiento. A pesar de las adversidades, continuó expresando abiertamente sus críticas al gobierno de Putin a través de mensajes en redes sociales y en las audiencias de sus procesos legales.
Su muerte se produce en un contexto de creciente tensión política en Rusia, con las elecciones presidenciales programadas del 15 al 17 de marzo, que probablemente verán la reelección de Vladimir Putin. Navalny y su equipo habían instado a manifestaciones en el país en contra del régimen actual durante este periodo electoral.







