El ciclón más fuerte jamás registrado causó estragos a su paso por Granada, San Vicente y las Granadinas y Jamaica, dejando al menos diez muertos. La ONU trabaja con autoridades locales para atender la emergencia. António Guterres expresa su solidaridad a los países afectados y anuncia que podría lanzar un llamamiento humanitario para respaldar sus trabajos de socorro y reconstrucción.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo patente su solidaridad con los países afectados por el huracán Beryl y liberó cuatro millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) con el objetivo de impulsar los esfuerzos de socorro.
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El huracán Beryl, clasificado como el más fuerte jamás registrado, se formó en junio en el océano Atlántico y causó estragos a su paso por Granada, San Vicente y las Granadinas y Jamaica.
Beryl, que inicialmente era una depresión tropical, se intensificó con gran rapidez hasta convertirse en un huracán de categoría 4 y alcanzó brevemente la categoría 5, con vientos de hasta 240 km/h.
El meteoro, ahora degradado a huracán de categoría 3, avanza hacia Belice y México y sigue representando una amenaza importante.
El ciclón se ha cobrado al menos diez vidas y ha dejado un número indeterminado de heridos, además de causar destrucción generalizada y obligar a miles de personas a desplazarse en busca de refugio.