La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado este miércoles un nuevo informe sobre el mundo del trabajo. El documento explica cómo las crisis actuales están afectando de manera desproporcionada a los países en desarrollo, y a su vez empeorando las disparidades en materia de empleo a nivel mundial entre los países de altos y bajos ingresos. Esto amplía además la desigualdad ya exacerbadas por la pandemia de COVID-19. En otras palabras, las crisis se refuerzan mutuamente.
Bajo el título Brecha mundial en términos de ocupación: los países de ingreso bajo quedarán más rezagados si no se actúa en favor de los empleos y la protección social, la publicación revela que el desempleo mundial disminuirá a los niveles anteriores a la pandemia en 2023, alcanzando los 191 millones de personas, lo que corresponde a una tasa global de desempleo de 5,3%. Sin embargo, las estimaciones señalan que los países de bajos ingresos seguirán muy por detrás en el proceso de recuperación.
Lee también: Entra en vigor el Acuerdo para prohibir la importación de mercancías producidas con trabajo forzoso
Según los autores, los países de bajos ingresos en África y en la región árabe tienen pocas probabilidades de recuperar en 2023 los niveles de desempleo anteriores a la pandemia. Por el contrario, otras regiones han logrado reducir sus tasas por debajo de los niveles anteriores a la crisis; en el caso de América Latina y el Caribe, se prevé un 6,7% de desempleo en comparación al 8% en 2019. En el caso de Europa, se estima una tasa del 6,3%, un porcentaje que alcanzaba el 7,0% en 2019.