Washington. Este lunes entraron en vigor nuevas restricciones de viaje a Estados Unidos dirigidas a ciudadanos de 12 países, principalmente de África y Medio Oriente, como parte de la intensificación de la política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump.
La medida, promulgada por Trump el pasado miércoles, afecta a nacionales de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Adicionalmente, se imponen restricciones más severas a personas de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela que se encuentren fuera del país y no cuenten con una visa vigente.
De acuerdo con la guía distribuida el viernes a las misiones diplomáticas estadounidenses, el veto no anula las visas previamente emitidas. No obstante, nuevas solicitudes serán rechazadas si no cumplen con criterios estrictos de excepción establecidos por la administración.
La proclamación forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para frenar la inmigración no autorizada, una de las principales banderas del actual gobierno. Pese a la polémica generada por esta política, los viajeros con visas válidas aún podrán ingresar a territorio estadounidense, según lo estipulado en la normativa vigente.