Una trágica explosión, presuntamente desencadenada por una fuga de gas en un restaurante de pollo frito, cobró la vida de al menos dos personas e hirió a otras 26 en las afueras de Pekín, según informó la prensa estatal china el miércoles.
El incidente ocurrió poco antes de las 08:00 horas (00:00 GMT) en una zona residencial de la ciudad de Sanhe, en la provincia norteña de Hebei, a menos de 50 kilómetros del centro de la capital, reportó la cadena CCTV.
Según el balance de la televisión estatal, dos personas perdieron la vida y otras 26 resultaron heridas por la explosión, que devastó el restaurante y las estructuras cercanas.
Testigos describieron escenas de caos y pánico tras el estallido. «Escuché un enorme bang (…) que me dio un susto de muerte», dijo un vendedor del mercado local a la AFP. «Afuera vi nubes de humo negro», agregó.
Un video publicado por los medios estatales muestra la magnitud de la explosión, con una bola de fuego y una densa nube de humo que se eleva junto a una concurrida carretera en plena hora punta. Otro video muestra un edificio completamente derruido y varios vehículos destrozados.
Los equipos de rescate, incluyendo 36 vehículos y 154 empleados de emergencia, se movilizaron rápidamente hacia la zona afectada. El cuerpo de bomberos local informó que el incendio ya estaba bajo control y que se estaban llevando a cabo labores de rescate.
Este tipo de incidentes mortales son lamentablemente comunes en China debido a los bajos estándares de seguridad y a su laxa aplicación. La repetición de estos sucesos ha llevado a llamados por parte del presidente Xi Jinping a una mayor atención y esfuerzos para prevenir futuras tragedias.
En enero, un incendio en una tienda en la ciudad de Xinyu, en el centro del país, dejó varias víctimas mortales debido al uso «ilegal» de fuego por parte de los empleados. Otros incendios y accidentes recientes han cobrado la vida de numerosas personas en distintas partes de China, generando preocupación y llamados a una mayor seguridad.