Los casi 200 países participantes en la cumbre climática de Naciones Unidas, celebrada en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), han decidido poner punto final a su dependencia de los combustibles fósiles e iniciar una “transición” hacia energías renovables y limpias para frenar el cambio climático.
El acuerdo alcanzado este miércoles, luego de dos semanas de deliberaciones, ha sido calificado como “histórico” por los organizadores de la cita, así como por los representantes de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Reino Unido.
Por su parte, algunos estados pequeños y vulnerables al cambio climático han puesto en duda su efectividad, por cuanto el acuerdo no contiene lapsos de tiempo ni compromisos concretos para dejar de quemar combustibles fósiles.
La división de opiniones se ha extendido también al ámbito académico y de las organizaciones ambientalistas.
Los delegados presentes en el recinto de la Expo2020 de la ciudad emiratí acordaron poner en marcha una transición para “alejarse de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, a fin de lograr el cero neto para 2050, de acuerdo con la ciencia”.
El compromiso es un hecho sin precedentes, pues es la primera vez, en las tres décadas que los representantes gubernamentales del mundo llevan hablando sobre el cambio climático, que adoptan semejante postura.







