El Paso, Texas – En un tenso enfrentamiento en la frontera entre Estados Unidos y México, personal de la Guardia Nacional del Estado de Texas utilizó balas de goma y gases lacrimógenos contra un grupo de aproximadamente 400 migrantes, en su mayoría venezolanos, que intentaron cruzar nuevamente al territorio estadounidense. Este incidente sigue a un intento similar de cruce masivo ocurrido el día anterior.
En anticipación a nuevos intentos de cruce, las fuerzas de seguridad estadounidenses reforzaron las barreras físicas en la frontera, añadiendo capas adicionales a las mallas de alambre de púas e incrementando la presencia de personal especializado en control de disturbios. A pesar de las advertencias de la Guardia Nacional y la policía de caminos de Texas, los migrantes, que habían acampado en la ribera norte del Río Bravo, intentaron superar las barreras, lo que provocó la respuesta de las autoridades.
Los intentos de cruce se vieron marcados por momentos de alta tensión cuando los migrantes, desafiando las advertencias, intentaron remover las alambradas. En respuesta, las fuerzas de seguridad dispararon balas de goma y lanzaron gases lacrimógenos. Incluso antes del uso de la fuerza, los migrantes realizaron un mitin solicitando paz y la intervención de organizaciones de derechos humanos, sin embargo, la situación escaló rápidamente.
Un oficial de la Guardia Nacional advirtió a los migrantes en español sobre el riesgo de arresto si persistían en sus intentos de cruzar o dañar las barreras. Mientras tanto, la frontera se ha fortalecido con barreras adicionales de concreto y equipos destinados a prevenir nuevas incursiones.
Entre los migrantes se encuentran familias completas, como la de Gumaro, un venezolano que, junto a su esposa e hijos, ha decidido esperar en el campamento el tiempo necesario para ser atendidos por las autoridades migratorias estadounidenses. A pesar de las dificultades, expresan su preferencia por permanecer en el lado estadounidense a esperar en albergues mexicanos.
El incidente refleja la creciente tensión en la frontera entre Estados Unidos y México, donde los esfuerzos por controlar el flujo migratorio se intensifican ante el aumento de intentos de cruce. Las autoridades de El Paso informaron que los responsables de incitar a la violencia en los últimos días están siendo identificados y enfrentarán cargos legales por sus acciones contra el personal de seguridad.