Washington – Un informe reciente elaborado por el Banco Mundial, en colaboración con las Naciones Unidas y la Unión Europea, revela que el conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamas ha causado estragos en la infraestructura de Gaza, con daños valorados en aproximadamente 18 mil 500 millones de dólares. Esta cifra representa el 97% del Producto Interno Bruto (PIB) combinado de los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza durante el año 2022.
La investigación detalla que la destrucción alcanzó principalmente las viviendas, constituyendo un 72% del total de las «infraestructuras vitales» afectadas, mientras que los sectores de salud, educación y servicios representan un 19%. Los daños restantes impactaron a las instalaciones comerciales e industriales.
A raíz del conflicto, que se intensificó a principios de octubre del año pasado tras un ataque lanzado por Hamas en el sur de Israel, más de un millón de los 2.2 millones de habitantes de Gaza se han quedado sin hogar, duplicando las estimaciones anteriores publicadas en diciembre.
La situación humanitaria en el enclave palestino es crítica, con más de la mitad de su población al borde de la inanición y prácticamente toda sufriendo de desnutrición o inseguridad alimentaria. Además, el 84% de los equipamientos e instalaciones sanitarias resultaron destruidos o dañados, y aquellos que aún funcionan enfrentan severas limitaciones de agua y electricidad, dificultando la atención a pacientes y heridos.
El informe también indica que el sistema de suministro de agua corriente y saneamiento operaba solo al 5% de su capacidad a inicios de octubre, y el sistema educativo ha colapsado por completo. Asimismo, el 92% de la red de carreteras primarias de Gaza quedó destruida.
Este devastador panorama pone de relieve la urgente necesidad de asistencia humanitaria y reconstrucción en Gaza, así como la importancia de encontrar soluciones duraderas al conflicto en la región.