Este fin de semana, al menos un centenar de personas murieron y alrededor de 140 resultaron heridas en un ataque multitudinario en el centro-norte de Burkina Faso. El ataque fue reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), una filial de Al Qaeda. El incidente ocurrió en el municipio de Barsalogho, donde la población local ayudaba al Ejército y a los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) a cavar trincheras para protegerse de las organizaciones terroristas que asolan la región.
Según testigos y fuentes de seguridad, un gran número de hombres armados comenzaron a disparar indiscriminadamente contra civiles, militares y milicias aliadas, provocando el caos y el pánico. Se teme que el número de muertos pueda aumentar hasta 200, ya que los ataques fueron especialmente brutales. Los yihadistas también se apropiaron de un arsenal de armas y una ambulancia militar antes de huir del lugar. Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano en la localidad de Kaya para recibir atención médica.
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Hasta el momento, la junta militar que gobierna Burkina Faso no ha emitido un comunicado oficial sobre el ataque. Sin embargo, el líder de la junta, el capitán Ibrahim Traoré, ha reiterado que la lucha contra el terrorismo es la máxima prioridad de su gobierno, que se ha alineado con las juntas militares de Malí y Níger en una alianza más cercana a Rusia. Este ataque subraya la grave situación de seguridad en Burkina Faso y la continua amenaza del terrorismo en la región.
