Buenos Aires, 10 de abril de 2025.– Las principales organizaciones sindicales de Argentina encabezaron este jueves una huelga general de 24 horas en rechazo a las políticas de ajuste fiscal impulsadas por el presidente Javier Milei, afectando diversos sectores como transporte, puertos, escuelas públicas y servicios estatales.
La medida, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), constituye la tercera huelga general contra la administración del mandatario ultraliberal desde que asumió el poder en diciembre de 2023.
En la Ciudad de Buenos Aires, el paro tuvo un impacto notable. Si bien autobuses y algunos comercios operaban con normalidad, los ferrocarriles, vuelos nacionales e internacionales, hospitales públicos y oficinas gubernamentales funcionaban con servicios mínimos o estaban completamente inactivos. La recolección de residuos también fue suspendida, lo que provocó acumulación de basura en distintos puntos de la capital.
La jornada de paro comenzó el miércoles con una masiva manifestación frente al Congreso Nacional, en respaldo a los pensionados, uno de los sectores más golpeados por los recortes y que en semanas recientes ha enfrentado represión policial durante sus protestas.
“Después de esta medida, tienen que apagar la motosierra. Se terminó, no hay espacio para más recortes”, advirtió Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, haciendo alusión al símbolo que utiliza Milei para representar sus políticas de ajuste.
Entre las principales demandas sindicales se encuentran la reincorporación de trabajadores despedidos, la reapertura de negociaciones salariales, el rechazo a la privatización de empresas públicas y mejoras para los jubilados.
“Todo está parado en los puertos de Rosario”, confirmó Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM).
Las reacciones entre los ciudadanos fueron diversas. Mientras algunos expresaron su apoyo al paro como una forma legítima de resistencia, otros lo vieron como un obstáculo para la vida cotidiana.
“No hay trenes, pero el derecho a huelga también es un derecho del trabajador. Creo que debería haber más paros, la situación es insostenible”, comentó Hugo Velázquez, empleado de 62 años.
En contraste, Lucas Edezma, de 33 años, expresó su malestar: “Los hospitales están con guardias mínimas. Tengo que llevar a mi abuela y no sé cómo lo haré. Es un problema”.
Desde su llegada al poder, Milei ha implementado un programa agresivo de recorte del gasto público que ha permitido reducir la inflación (2.4% en febrero) y eliminar el déficit fiscal, pero al costo de una significativa contracción de salarios públicos y pensiones.
En ese contexto, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) denunció el impacto de las medidas:
“Este gobierno empobrece a trabajadores y jubilados, promueve aumentos de precios y la fuga de capitales. Seguiremos construyendo la resistencia y la unidad”, publicó en su cuenta de X.
Los aeropuertos permanecieron cerrados, con vuelos cancelados y miles de pasajeros varados. “Apoyo la protesta, pero estoy tratando de averiguar cuándo reanudarán los vuelos”, dijo Fabricio Adamek, estudiante de 25 años.







