Según los datos recopilados en el documento, 81 países en desarrollo (excluida China) perdieron 241.000 millones en reservas internacionales en 2022, una disminución promedio del 7 %, y más de 20 países experimentaron una caída de más del 10 %, en muchos casos agotando su reciente incorporación de Derechos Especiales de Giro.
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Mientras tanto, los costos de endeudamiento, medidos a través de los rendimientos de los bonos soberanos, aumentaron del 5,3 % al 8,5 % para 68 mercados emergentes. En general, se espera que aumente la presión sobre los países en desarrollo por parte de los acreedores externos para que reduzcan los déficits fiscales.
“El sobreendeudamiento dará como resultado una crisis de desarrollo y mayores desigualdades con 39 países pagando a sus acreedores públicos externos más dinero de lo que recibieron en nuevos préstamos, resultando en un impacto adverso en las inversiones públicas y la protección social”, concluyen los expertos de la UNCTAD.
Además, durante la última década, los costos del servicio de la deuda han aumentado constantemente en relación con el gasto público en servicios esenciales y el número de países que gastan más en el servicio de la deuda pública externa que en atención médica aumentó de 34 a 62 durante este período.