Madrid. A doce kilómetros de la meta de la etapa que finalizó en el puerto del Angliru, uno de los ascensos más duros del ciclismo europeo, un grupo de manifestantes interrumpió brevemente el paso de los corredores para protestar contra Israel y expresar su respaldo al pueblo palestino.
Una decena de personas portando banderas palestinas se colocaron en medio de la carretera con los brazos en alto, obligando al grupo de escapados –el ecuatoriano Jefferson Cepeda (Movistar Team), el luxemburgués Bob Jungels (Ineos Grenadiers) y el kazajo Nico Vinokourov (XDS Astana)– a detenerse durante unos segundos.
La Guardia Civil intervino de inmediato para retirar a los manifestantes y permitir la reanudación de la competencia, en una jornada en la que también se escucharon gritos contra la ocupación israelí a lo largo del recorrido.
Antecedentes de las protestas
Desde el inicio de la Vuelta a España se han multiplicado las acciones de denuncia por la participación del Israel Premier Tech, equipo financiado por el empresario canadiense-israelí Sylvan Adams. El propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, felicitó al conjunto ciclista por “no ceder ante el odio y la intimidación”.
Las manifestaciones ya habían obligado a neutralizar tramos de la carrera en Bilbao, donde centenares de personas bloquearon el paso de ciclistas y vehículos de apoyo, y derivaron en la detención de tres personas. También se registraron protestas en Figueres (Girona) y en Laredo (Cantabria), con pancartas como “Israel genocida” y “Stop genocidio”.
Debate político y deportivo
El gobierno de España, encabezado por Pedro Sánchez, ha solicitado la expulsión del Israel Premier Tech, aunque esta decisión corresponde exclusivamente a la Unión Ciclista Internacional (UCI) o al propio equipo, cuyo director deportivo, el español Óscar Guerrero, descartó la posibilidad de retirarse, al considerar que supondría “el final del proyecto ciclista”.
Las protestas, que han ido en aumento en los últimos días, se prevé continúen en las siguientes etapas de la ronda española, en paralelo a la exigencia de sectores sociales de visibilizar la situación en Gaza.