China ha lanzado un procedimiento de solución de diferencias contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), en un esfuerzo por proteger sus intereses en el creciente sector de los vehículos eléctricos. La disputa se centra en lo que Pekín califica como «subsidios de naturaleza discriminatoria» otorgados bajo la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, la cual, según China, favorece injustamente a los productos estadounidenses y excluye a los bienes de China y otros países miembros de la OMC.
Esta ley, promovida por la administración de Joe Biden, busca incentivar la compra de vehículos eléctricos y la producción de energía renovable con miles de millones de dólares en créditos fiscales, en línea con los objetivos de descarbonización del sector energético de EE.UU. Sin embargo, la misión permanente de China ante la OMC y el Ministerio de Comercio chino sostienen que estas medidas, aunque presentadas como un esfuerzo para combatir el cambio climático y reducir las emisiones de carbono, en realidad imponen condiciones que favorecen el uso de productos originarios de EE.UU. o importados de ciertas regiones específicas, perjudicando la competencia justa en el mercado global.
China ha iniciado este procedimiento con el objetivo declarado de «salvaguardar los intereses legítimos de la industria china de vehículos eléctricos y mantener unas condiciones de competencia equitativas en el mercado mundial», buscando una resolución que corrija lo que considera políticas industriales discriminatorias por parte de Washington. Este movimiento también llama a EE.UU. a reconsiderar y ajustar sus políticas para no perturbar la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales de vehículos de nueva energía.
La decisión de China de recurrir a la OMC marca un nuevo capítulo en las complejas relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo, subrayando la importancia crítica de las normas de comercio internacional y la gobernanza multilateral en la era de la transición energética. Los procedimientos de la OMC en disputas comerciales suelen extenderse por varios meses, y dado el actual vacío legal en el máximo tribunal de apelaciones de la OMC, cualquier resolución podría enfrentar desafíos adicionales en su implementación, dependiendo de la respuesta de Estados Unidos.