Según la más reciente Encuesta Citibanamex de Expectativas, analistas del sector privado mantienen una visión optimista para la economía mexicana en los próximos años, a pesar de los desafíos globales y locales.
La estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México se ha mantenido constante en 2.4% para el año 2024, con proyecciones que varían desde un optimista 3.4% hasta un cauteloso 1.4%.
El análisis, que recopila las expectativas de diversos grupos de análisis incluyendo bancos y casas de bolsa, también destaca un pronóstico estable para la inflación.
Los expertos anticipan un incremento en las expectativas de inflación general para 2024 y 2025, situando las proyecciones para el cierre de este año en 4.08%, un ligero aumento desde el 4% previo. Además, se espera que la tasa de interés en México se mantenga en 7.5% para 2025, lo que indica un panorama de estabilidad económica en el mediano plazo.
Por otro lado, el peso mexicano se espera que se fortalezca, situándose en 18.6 pesos por dólar para el cierre de 2024, una mejora respecto a las estimaciones anteriores. Esta apreciación del peso refleja un rendimiento robusto de la moneda nacional, impulsado en parte por el fenómeno de relocalización de cadenas de suministro globales, conocido como ‘nearshoring’.
Aunque el gobierno mexicano proyecta un crecimiento aún más ambicioso de hasta 3.5% para 2024, impulsado por la llegada de nuevas inversiones al país, la Encuesta Citibanamex de Expectativas ofrece una visión más conservadora pero igualmente positiva del futuro económico de México.
Estas proyecciones son un testimonio de la resiliencia y la capacidad de adaptación de la economía mexicana frente a desafíos internacionales y la confianza del sector privado en la política económica del país.
Este panorama económico ofrece una mezcla de estabilidad y crecimiento, con señales positivas para inversionistas, empresarios y la población en general. A medida que México se adapta a los cambios globales y refuerza su posición como un destino atractivo para la inversión, las expectativas de crecimiento económico y estabilidad financiera para los próximos años refuerzan el optimismo sobre el futuro económico del país.