Washington. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó como una “gran victoria” el fallo emitido este viernes por la Corte Suprema que restringe la capacidad de los jueces federales para bloquear de manera generalizada las decisiones del Poder Ejecutivo. La resolución, aprobada por seis votos contra tres, permitirá al exmandatario retomar diversas medidas previamente frenadas por instancias judiciales.
El fallo, redactado por la jueza conservadora Amy Coney Barrett —designada por Trump—, establece que los tribunales federales excedieron sus atribuciones al dictar órdenes judiciales universales que suspendían políticas presidenciales. Según Barrett, dichas medidas “sobrepasan la autoridad que el Congreso ha conferido a los tribunales” y no corresponde al Poder Judicial actuar como supervisor general del Ejecutivo.
Entre las políticas que Trump planea reactivar está su orden para limitar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, afectando a hijos de migrantes nacidos en 28 estados del país. Aunque esta decisión no resuelve de forma definitiva las impugnaciones sobre la Enmienda 14, sí permite avanzar con medidas que anteriormente habían sido bloqueadas en todo el país por decisiones judiciales individuales.
Las tres juezas liberales de la Corte, incluida Sonia Sotomayor, votaron en contra y advirtieron sobre los riesgos de esta decisión. Sotomayor la calificó como “una farsa para el estado de derecho” y alertó que la interpretación permitiría redefinir unilateralmente quién puede ser ciudadano, creando un sistema desigual de derechos constitucionales.
El fallo tiene implicaciones profundas sobre la capacidad de los jueces de distrito para emitir mandatos judiciales con efecto nacional. Trump y su equipo legal argumentaron que estas medidas han sido usadas de forma desproporcionada para frenar políticas legítimas. De hecho, durante su primer mandato, su administración enfrentó más de 60 medidas cautelares, superando ampliamente a las de sus predecesores.
John Sauer, abogado personal de Trump y actual procurador general, calificó la proliferación de estas órdenes como “un problema bipartidista” y comparó su impacto con una “arma nuclear” contra el equilibrio constitucional.
Críticos señalan, sin embargo, que los aliados de Trump han utilizado estrategias similares para bloquear políticas progresistas en estados conservadores, lo que, a su juicio, demuestra una doble moral en el uso del sistema judicial.
El exmandatario, quien busca regresar a la Casa Blanca en las próximas elecciones, festejó el fallo en su red social Truth Social y afirmó que reactivará de inmediato todas las iniciativas paralizadas. En rueda de prensa, dijo que “la ciudadanía por nacimiento es una estafa anacrónica de la era esclavista” y prometió una ofensiva legal para redefinir el alcance de la Enmienda 14.
La fiscal general Pam Bondi también celebró la decisión y aseguró que el Departamento de Justicia continuará respaldando las políticas de Trump. En tanto, activistas pro derechos civiles y migrantes expresaron su preocupación por lo que consideran un intento por erosionar derechos constitucionales mediante decretos presidenciales.